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ieja
ciudad mía, centenaria, con la nieve del tiempo que nunca ha de cubrirte
de caduquez, con el soplo de los puelches contrarios que no ha de rendirte
jamás, porque la nieve no llega tu corazón de cantarito de
greda, con agua de cielo y espíritu, ni el puelche agresivo podrá
doblegar tu altivez señorial.
ieja
ciudad mía, mediterránea y recoleta, mater de esquinas redondas
para nuestra dulzura, con las cinco plazas jugando a ser pájaro
y a ser flor, hinchada de leche abundosa en el plato hondo de tu mercado,
con las iglesias diciendo campanadas y ensoñación, lindas
tus mujeres, benditas en el hijo que les nació sabio para engrandecimiento
tuyo y de la patria.
Vieja
Ciudad centenaria.
Chillán Nuevo en mi corazón
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