CÁTALOGO DE OBRAS
· Cancionero sin nombre, Nascimento. Santiago, 1937.
· Poemas y antipoemas, Nascimento, Santiago, 1954.
· La cueca larga, Universitaria, Santiago, 1958.
· Versos de Salón, Nascimento, Santiago, 1962.
· Discursos (con Pablo Neruda), Santiago, Nascimento,
1962.
· Manifiesto, Santiago, Nascimento, 1963.
· Poems and Anti-poems (Ed. Miller Williams), New York,
1967.
· Canciones rusas, Nascimento, Santiago, 1968.
· Obra gruesa, Santiago, Ed. Universitaria, 1969.
· Poemas (Ed. Rodríguez Rivera), La Habana,
Casa de las Américas, 1969.
· Los profesores, Nueva York, Ediciones de la Librería
Villa Miseria, 1971.
· Emergency Poems, New Directions, New York, 1972.
· Anti-poemas (Ed. José M. Ibáñez
Langlois), Barcelona, Seix Barral, 1972.
· Poesía rusa contemporánea (Edición),
Santiago, Ediciones Nueva Universidad, 1972.
· Artefactos, Santiago, Nueva Universidad, 1977.
· Sermones y Prédicas del Cristo de Elqui, Valparaíso,
Ganymedes, 1977.
· Nuevos Sermones y Prédicas del Cristo de Elqui,
Ganymedes, Valparaíso, 1978.
· El anti-Lázaro, Valparaíso, Gráfica
Marginal, 1981
· Ecopoema de Nicanor Parra, Valparaíso, Gráfica
Marginal, 1982.
· Poema y antipoema de Eduardo Frei, Santiago, América
del Sur, 1982.
· Chistes para desorientar a la Poesía, Santiago,
Ed. Galería Epoca, 1982.
· Coplas de Navidad (anti-villancico), Santiago, Camaleón,
1983.
· Poesía política, Santiago, Bruguera,
1983.
· Hojas de Parra, Santiago, Ganymedes, 1985.
· Antipoems: new and selected, New York, New Directions,
1985.
· Poemas y antipoemas (Ed. René de Costa), Madrid,
Cátedra, 1988.
· Trabajos prácticos (exposición), Santiago,
Encuentro Nacional de Arte, 1990.
· Poemas para combatir la calvicie (Muestra de antipoesía)
(Ed. Julio Ortega), México, Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes/Universidad de Guadalajara/Fondo de Cultura
Económica, 1993.
· Poesía y antipoesía (Ed. Hugo Montes
Brunet), Castalia, Madrid, 1994.
Cancionero
sin Nombre. (Santiago-Chile, Nascimento, 1937.)
Libro juvenil compuesto por veintinueve poemas cuyos rasgos
más visibles son la incorporación métrica
del romance, el desarrollo narrativo y la tendencia del yo
lírico de realizar acciones a la manera de un personaje,
usos constantes de la personificación y la metáfora
referidos a la naturaleza o el mundo religioso. Los temas
poetizados son la vida sencilla, las burlas y los desaires
populares, el amor a la vida, el desenfado y la fatalidad.
Este libro ganó el Premio Municipal de Poesía
de Santiago
.
Poemas
y Antipoemas. (Santiago- Chile, Nascimento, 1954.)
Libro dividido en tres secciones con un total de veintinueve
poemas. Para Federico Schopf estos poemas " no separan
simplemente tres épocas de la obra del autor, no distinguen
solo diversos modos de poetizar y temples de ánimo,
sino que, más profundamente, muestran las diversos
momentos de la búsqueda y articulación de un
nuevo alfabeto".
La evocación y la melancolía de un tiempo perdido
se deja sentir en "Hay un día feliz" o la
nostalgia por "Catalina Parra" se contrapone al
mundo de la desesperación, el delirio y la falta de
sentido que se observa en "Autorretrato" y que habla
de enajenación, de soledad y de absurdo enmarcados
en una mueca irónica como se advierte en "El tunel".
A Gonzalo Rojas le parece que en este libro "el poeta
muestra una honradez, una genuidad, un poder imaginativo de
primer orden, que airean y purifican la atmósfera pesada
de los versificadores al uso en nuestro país, convencionales,
truculentos que "enturbian las aguas para hacerles creer
más profundas".
Preguntas a la hora del té.
La
cueca larga. (Santiago - Chile, Universitaria, 1958)
Componen este libro los poemas: "Coplas al vino",
"El chico y la damajuana" y "La cueca larga".
En los poemas iniciales el poeta-payador da cuenta de la gracia,
socarronería criolla, mezclando aires populares y cultos
para mostrar al hombre de la tierra, su saber popular, su
ingenio, y sus preocupaciones sociales, "La cueca Larga",
nuestro baile nacional es un elogio al campesino y a sus costumbres
y en ellas se homenajea al vino, portador de una fraternidad
viril, y también de la melancolía que entraña
la conciencia del devenir, de la visión de la muerte
y la trascendencia.
Estas coplas, cuecas y brindis se encienden a lo humano y
a lo divino, en las cuales no están ausentes muchos
elementos de la antipoesía y que con tonalidades superrealistas,
obteniendo de este modo nuevos matices poéticos cuyas
imágenes resignifican y renuevan la tradición
folklórica y la estructura de la poesía popular.
El chuico y la damajuana.
Versos
de Salón. (Santiago - Chile, Nascimento, 1962)
En este libro el autor continúa desarrollando su poética
de espaldas a la tradición y a los convencionalismos
lírico literarios. Desde sus composiciones aparentemente
prosaicas surge una poesía vital, alegre, popular.
Sin vanas abstracciones, es esta una poesía de sujeto
y objeto, de entorno cotidiano donde la ironía, la
burla y lo grotesco empuja al yo lírico y al lector
al abismo, al absurdo y por qué no a la neurosis. El
título del libro, sin duda, constituye una nueva transgresión
y una reacción contra el fatigoso establishment de
la sociedad contemporánea.
La poesía terminó conmigo.
Obra
Gruesa (Santiago - Chile, Universitaria, 1969).
Este libro recoge la casi totalidad de su obra: Poemas y
Antipoemas (1937 --1954), "La cueca larga" (1958),
"Versos de salón" (1954 - 1962), "Canciones
Rusas" (1964 - 1967), y se agregan poemas inéditos
"La campana de fuerza" (1962 - 1968), "Otros
Poemas" (1950 - 1968).
Este libro fundamental en la creación parriana lleva
al lector a encontrarse con el hombre común latinoamericano,
despojado de los aderezos sublimes y lirismos con que la poesía
tradicional lo adornaba. Todo lo contrario, la antipoesía
busca lo cotidiano, lo vulgar, lo prosaico y popular como
objeto poético, usando el lenguaje de la calle, el
ingenio del pueblo con sus frases vivas y restallantes, para
romper los estereotipos e insuflar nueva vitalidad a un lenguaje
poético ya gastado y rutinario. Como afirma Rodríguez,
Parra no habla por la nación, por sus próceres
y mitos, sino por ese pueblo bastardo, siempre en devenir,
siempre inacabado, haciéndose y deshaciéndose
como colectividad marginal".
Padre nuestro.
Artefactos.
(Santiago - Chile. Nueva Universidad, 1972)
No consiste en un libro, sino en una caja con 242 tarjetas
postales, por lo tanto ilustraciones relacionadas con los
textos que vocean "epigramas", grafittis o para
ser más exactos, artefactos como los denomina el poeta,
que al ser interrogado sobre su sentido señala: "una
palabrita bastante jodida", "una aproximación
al grafitti", "un terremoto grado 13", "una
agresión", "un juego".
Todas las acepciones señaladas por Parra describen
bastante bien el conjunto de sus artefactos, porque cada una
de ellos es el límite mismo al que deriva el destinatario.
Desde este punto de vista, el artefacto ya es un artículo
de consumo, suntuario o no, que se dirige a un receptor anónimo,
prosaico, ni adepto, ni adicto a la poesía, simplemente
su usuario. Así, Artefactos golpea en el hígado
de su lector, pues las costumbres de la sociedad, los hábitos
políticos, las prácticas religiosas, reciben
en esta obra un ataque despiadado.
Galería
de Artefactos
Sermones
y Prédicas del Cristo de Elqui. (Valparaíso
- Chile, Ganymedes. 1977)
En este nuevo libro Parra vuelve a las vertientes populares,
de una manera que parece sintetizar en forma magistral toda
su producción anterior. Siguen presentes la irreverencia,
la ironía, la ternura, el escepticismo y sobre todo
una especie de pragmática vital; el Cristo de Elqui
predica sus "sanos pensamientos" a los enfermos,
a los débiles, a los pobres de espíritu, a los
ancianos, a las madres solteras, a los pescadores, a los condenados
a cadena perpetua, a los araucanos, a los panaderos, a los
sepultureros, a los soñadores y a los idealistas. En
clara consonancia con el Evangelio, es una voz que predica
"en el desierto de concreto
armado".
Chistes
para desorientar a la poesía (Santiago. Ediciones Galería
Época, 1983)
Se trata de un conjunto de doscientas cincuenta tarjetas
postales, que han sido ilustradas por reconocidos artistas
plásticos chilenos tales como Roser Bru, Francisca
Sutil, Tatiana Alamos, Gaspar Galez, Chantal de Rementería,
Virginia Huneeus, Gonzálo Cienfuegos, etc, y presentados
en un prólogo títulado " Al a manera del
Señor Corales", firmado por el poeta Enrique Lihn,
quién asume en la presentación un estilo circense.
Las tarjetas se presentan en una caja de cartulina que aparenta
ser un sobre aéreo de 19 por 14 cm, lleva una estampilla
apócrifa con la cara del poeta, la firma del autor
se exhibe como remitente, el poeta sonríe desde la
imagen del sello.
A través de ésta suerte de "antichistes"
cuya finalidad sotérica es plenamente comprendida por
el lector se denuncian los males sociales de esta época,
allegando un tema nuevo que es la preocupación ecológica:
"El error consistió / en creer que la tierra era
nuestra / cuando la verdad de las cosas / es que nosotros
somos de la tierra.
Poesía
Política: (Santiago- Chile, Editorial Bruguera, 1983)
Este libro constituye una especie de antología de
la poesía de Parra, considerada política, quizá
más que nada por la coincidencia existente entre los
textos y las situaciones coyunturales a las que apuntan.
Como afirma Enrique Lafourcade en el Prólogo: "rastreando
en su obra hemos aislado parte de su poesía política,
la que corresponde a un "zoon politikos", más
poesía que política, pero indistintamente una
toma de conciencia real frente a diversas situaciones ocurridas
en el mundo y en nuestro país". Demás está
destacar el carácter corrosivo del lenguaje, el gesto
desembozado y audaz que denuncia, reclama y acusa en un tono
en el que no están ausente el humor y la risa hacia
uno mismo.
Rendición de cuentas.
Hojas
de Parra: ( Santiago- Chile, Ediciones Ganymides, 1985)
Este libro reúne textos escritos entre 1969 y 1985,
tiene como característica fundamental la correspondencia
con una etapa de búsqueda y experimentación.
Dividido en tres secciones, la I incluye textos escritos en
1969 y 1973; en las secciones II y III agrupa textos producidos
entre los años 1975 y 1985. En esta obra, Parra revela
la situación del hombre contemporáneo, pero
no la del hombre sublime sino del común, cotidiano
y popular mostrándolo en su dimensión humana,
social, política, religión, amorosa y desencantada.
En su creación poética, observamos un movimiento
constante de avance y retroceso: afirmado y retractándose;
serio y burlesco; trascendente e inmediato. Hojas de Parra,
como señala el crítico Mario Rodriguez, un espacio
textual donde conviven "el príncipe y el bufón"
Poemas
para combatir la calvicie. Muestra de antipoesía: (México,
Fondo Cultura Económica, 1993)
Esta edición ha sido preparada por Julio Ortega y
como lo señala su subtítulo constituye una "muestra
de antipoesía". Pues se recogen textos de Poemas
y Antipoemas, La cueca larga, Versos de Salón, Canciones
rusas, Otros poemas, Artefactos, Sermones y prédicas
del Cristo de Elqui, Chistes para desorientar a la poesía,
Cachuero, ecopoemas, guatapiques y Últimas predicas,
Hojas de Parra a los que se suman textos inéditos y
el discurso de Parra de agradecimiento por el premio "Juan
Rulfo": " mai mai peñi".
Esta cuidadosa selección y prólogo es de responsabilidad
del conocido escrito peruano Julio Ortega, por lo que no debe
extrañar que los poemas antologados consiguen el efecto
deseado por el editor, mostrar el itinerario poético
del Parra irreverente, irónico y sublime. Para Ortega
la "antipoesía" es el más vivo y permanente
documento de la capacidad de sobrevivencia del sujeto hispanoamericano
en esta modernidad desigual. Esta documentación imaginaria
está hecha desde la capacidad cuestionadora del colectivo;
y por eso ilustra tanto la celebración popular alterna
con el descreimiento urbano ante la retórica y la sátira
a los restos de la sociedad tradicional antidemocrática.
Esta cultura de la plaza pública es recobrada
por la "antipoesía" como una fuerza crítica
que relativiza lo monumental y que inmediatiza las evidencias".
Discursos
de sobremesa: (Atenea, Santiago - Chile)
Este volumen de Cuadernos de Atenea preparado y presentado
por el prestigioso crítico Mario Rodríguez recoge
cuatro discursos de Nicanor Parra entre los que se cuenta
el pronunciado en la Universidad de Chile - hace tres décadas
- con motivo de la incorporación como Miembro Académico
de la Facultad de Filosofía y Educación (1962),
que sería el primero de una serie.
Estos cuatro textos, según la interpretación
llevada acabo por Rodríguez, constituyen una corrección
creadora a esa noción restringida y finiquitada del
trabajo artístico que Parra cree ver en la producción
del poeta padre o poeta mayor al que se pretende desplazar:
" Pablo Neruda". Discurso celebratorio pero también
divergente en tanto manifiesta la búsqueda y la necesidad
de instalar su voz de francotirador dentro del espacio poético
monopolizado por Neruda. Afirma Rodríguez, "los
discursos de sobremesa revelan claramente que el rival a vencer
por parte de Parra fue siempre Neruda. Lo que estaba en disputa
era el papel de "vocero de la tribu", función
jamás alcanzada por Huidobro y menos por De Rokha.
(Tal vez la Mistral desempeñó en un momento
esa función); pero sí perseguida y conquistada
por Neruda que se presentó especialmente a partir de
Canto General, como esa voz tribal."
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